Sara Barriuso. - D.S.M.

Sara Barriuso. – D.S.M.


EL CORREO DE BURGOS 27/03/2016
ENTREVISTA A SARA BARRIUSO (PRESIDENTA DE AJE)

A caballo entre la continuidad de sus antecesores y los nuevos planteamientos de su equipo, aspira a «profesionalizar» la asociación desde un punto de vista formativo y ‘marketiniano’ al servicio de las oportunidades.

Salió de la universidad cuando la vacas flacas ya pastaban a sus anchas, pero lejos de achantarse dio varios pasos hacia adelante. Con la sonrisa de serie y las ideas claras, la recién elegida presidenta de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE), Sara Barriuso, promete dar «guerra» desde múltiples frentes, empezando por eliminar el estereotipo del «puro y la chistera» asociado a la patronal. Nada le quita la ilusión a esta «hija de la crisis» dispuesta a liderar la «voz» de los emprendedores desde su experiencia en el campo de la publicidad, el marketing y las relaciones públicas. Por si fuera poco, también es alcaldesa de Cilleruelo de Arriba.
Pregunta.- ¿Cómo afronta este nuevo reto en su carrera?
Respuesta.- Lo afronto con ilusión porque creo que podemos aportar algo nuevo y también con cierta responsabilidad de mantener lo que han hecho los anteriores presidentes. Luego está la ilusión de ser un equipo joven capaz de incorporar nuevas ideas que tenemos, nuevos eventos, nuevas actividades…
P.- ¿Confiaba en que su candidatura resultase elegida?
R.- Yo confiaba mucho en mi equipo. Sabía que llevaba a gente con mucha vocación de servicio, gente muy trabajadora. De hecho, antes de que saliésemos, visitamos a todos los socios presentando nuestro programa. Saliéramos o no, lo que nos llevábamos de haber visitado a todos los socios, de haber estado tan cerca de la asociación, era oro. La otra candidatura también era buena, pero yo confiaba en mi equipo.
P.- ¿Qué le aporta cada uno de sus compañeros?
R.- Jorge Villaverde es un crack, lleva desde los 26 años en AJE y aporta una visión de continuidad de la asociación. Sabe lo que ha sido, lo que es y lo que será. También ofrece una visión de profesional más asentado. Luego tenemos a Santos, vicepresidente económico, que da un toque de realismo. Al ser de pueblo como yo siempre traduce las cosas y te dice «no nos vamos a liar». Quique lo mismo, aporta realismo. Alberto es el tío de los protocolos, cuando tenemos una reunión la transcribe, te hace el documento… Y Blanca es el alma creativa de la junta.
Somos un equipo en el que todos pensamos de manera muy diferente pero tenemos los mismos valores. Cuando nos reunimos es muy rico, porque cada uno dice una cosa y al final siempre sale algo adelante.
P.- Es la primera mujer que ostenta la presidencia de AJE, le sobrarán motivos para estar orgullosa…
R.- Ser presidente es un orgullo porque te han elegido los socios y han confiado en ti. Sobre lo de ser mujer… Yo no me fijo en ser mujer u hombre porque creo en la igualdad desde la normalización. Ser mujer u hombre no es mérito mío, fueron los cromosomas y fue aleación. Lo que sí es un orgullo es ser presidenta o presidente. La normalidad llegará cuando no nos fijemos en eso, igual que cuando no nos fijemos en que tiene que haber un tanto por ciento en un Consejo de Administración.
P.- ¿Qué líneas de actuación van a marcar su trabajo durante los dos próximos años?
R.- Queremos dar más voz a la asociación para que se nos tenga más en cuenta sobre todo en dos patas. La primera, dando guerra para que la gente vea que el empresario no es una persona horrible con puro y chistera, es una profesión como jardinero o cirujano. Queremos que la gente tenga la opción de saber que se puede dedicar a esto profesionalmente. La otra es actuar como altavoz a la hora de defender a nuestros socios y contribuir al desarrollo de esa voz en Burgos porque tenemos una visión muy cercana al mercado.
Por otro lado, queremos profesionalizar la asociación, hacer eventos para que nuestros asociados puedan tener más formación en ciertos campos, acelerar el networking, los negocios dentro de la ciudad…
P.- Supongo que su experiencia en el campo del marketing y las relaciones públicas es un plus añadido para dar más visibilidad al colectivo.
R.- Exactamente. Cuando asumimos la presidencia decidimos poner todos nuestros conocimientos al servicio de la asociación. Lógicamente, yo soy ‘marketiniana’ y de comunicación, por lo que casi todas las actividades que vamos a desarrollar van a tener esas pequeñas pinceladas. Al final necesitamos relacionarnos, vencer un poco esa soledad del empresario. Igual ya no sacar negocio, pero sí conocer a empresarios de otras provincias, conocernos entre los propios socios o a gente de otras asociaciones.
P.- ¿Qué perspectivas de futuro tiene un joven emprendedor hoy en día?
R.- Siempre digo lo mismo porque la gente nos pregunta cómo vemos la situación económica. Yo soy hija de la crisis, salí de la universidad en 2008 y no he conocido otra cosa. ¿Qué tiene de bueno eso? Pues que las perspectivas son buenas porque vienes de facturar cero y a dos que factures ya va bien. También porque vienes de montar tu empresa en un entorno normal para nosotros, pero hostil para la gente que ha vivido lo de antes. Entonces ya sabes lo que tienes y no creces tan rápidamente. Por ejemplo, Santos montó una empresa de construcción hace cinco años y está creciendo todos los años. Es mucho más fácil montar ahora e ir creciendo que venir de facturar siete millones de euros y bajar a 500.000.
P.- Pongamos que quiero impulsar mi propio negocio, ¿qué sector me recomendaría?
R.- Si lo supiera lo montaba yo (ríe). Entre los últimos socios que hemos tenido algunos se dedican a la formación. Por ejemplo, escuelas de inglés con metodología diferente. También tenemos una socia con una escuela de música, pero no es la típica escuela porque se centra en el desarrollo musical. Se lleva mucho todo lo que viene siendo servicio, pero dando una vuelta para llevarlo a la especialización.
P.- La emigración juvenil está a la orden del día. ¿De qué mecanismos dispone el empresariado para intentar paliar este problema?
R.- El problema no es que se vayan fuera, sino que no vuelvan. Yo misma me he ido y está muy bien porque luego cuando vuelves te revaloriza. Lo malo es que no somos capaces de absorber todo ese talento. De hecho, ayer vi en la tele que había un grupo de jóvenes que estaban Alemania que han montado una empresa de ‘quiero volver a España’. ¿Qué podemos hacer? Ayudar un poco a la contratación. Se podrían mirar ayudas. Igual ya no tanto para que te ahorres dinero, sino para incentivar al Estado para que traiga a esa gente que tiene un talento y un potencial increíble. Al final, siempre vas a querer contratar a alguien que sepa más que tú porque no puedes saber de todo.
P.- ¿Comparte la visión de que el Estado no mima a sus talentos?
R.- Tengo una visión diferente. El Estado tiene que estar ahí, funcionar, pero creo que no nos tendríamos que enterar de que está. Al mismo tiempo, creo que hay que cambiar un poco el chip. Ahora, el mundo es el país y los países son ciudades. Somos ciudadanos del mundo. Que te tengas que ir fuera de casa tampoco es un drama porque vivimos en el mundo. Está bien que nos aprovechemos de ese talento que hemos cultivado y costeado aquí, pero también hay gente que querrá ir fuera para aumentar su formación y experiencia.
P.- ¿Le ha sido de utilidad su experiencia política como alcaldesa de Cilleruelo de Arriba en su trayectoria profesional?
R.- Sí. Me ha servido mucho para lo que hablaba antes de la vocación de servicio. El alcalde de un pueblo es el que cambia la luz de la farola y luego sale al lado del cura en la procesión. He conocido mucho sobre leyes, sobre cómo funciona una Administración pública, cómo llevar las cuentas, los presupuestos… También aprendes a escuchar a la gente, y aunque sabes que nunca puede llover a gusto de todos intentas hacer cosas desde la transparencia.
P.- ¿Es más difícil acceder a mercados internacionales desde Burgos en comparación con grandes ciudades como Madrid o Barcelona?
R.- Es igual. El único handicap somos nosotros mismos. Conozco gente que hace quesos en Zamora y los vende en Austrialia y en Nueva York. ¿Sómos diferentes en Burgos? No. Recuerdo que cuando monté la empresa fui a un evento de networking y alguien afirmó que desde Burgos es más difícil ser una multinacional. Aquí hay ejemplos de que no es más difícil, y más con internet hoy en día. Tenemos empresas en la asociación que están vendiendo a China, Brasil… Además, hoy escribes un tweet y ya estás en el mundo. Lo bonito que tenemos de esa globalización es que desde cualquier parte del mundo, con buenas conexiones, puedes estar ahí.
P.- Da la sensación de que a veces seguimos con la boina enroscada y muertos de miedo…
R.- Tenemos complejo, pero fíjate qué tejido industrial y qué grandes empresarios tiene Burgos. Cuando ellos montaron sus negocios había menos comunicaciones, no había aviones… Y lo hicieron. Mi bisabuelo, que nació en 1908, era carretero y se fue a París a vender carros. Si lo pudo hacer mi bisabuelo desde Cilleruelo a París, ¿cómo no vamos a poder nosotros? Somos nosotros mismos los que nos ponemos esa barrera.
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